Para después del amor
- Alfonso E. Bocanegra Gamboa
- 21 feb 2017
- 3 Min. de lectura
Después del amor toma una tapita de ron y siéntate a la cama, quizá encuentres en el camino una calentura diferente para saciar un poco más la dulzura de los momentos previos que pasaste, el amor siempre se hace con locura antes que la cordura lo abrace y se vuelva aburrido.
Después del amor toma de la mano a tu amor y no la sueltes porque el alma que acaba de salir de ambos cuerpos para convertirse en uno tiene que tener un ancla que lo atrape a la realidad, recuerda que si se va a los cielos, no hay quien lo agarre y los sueños compartidos valen más que los sueños individuales.
Si te sientes solo o sola luego del amor, no lo creas, dúdalo, cree que no es así, porque así tu amor de esa noche solo sea de esa noche algo debiste haber dejado, algo debiste haber dicho, algo debiste haber mirado, porque una mirada en el amor no se olvida así hayan pasado miles y miles de personas por el mundo de ese amor pasajero.
Después del amor mira a tu amor un poco más hondo que siempre, dile lo que te venga en gana, si quieres cursilerías que salen del corazón, pasan por la cabeza y llegan a la boca o alguna tontería que se te ocurra, si quieres pronunciar amores eternos o hablar sobre nostalgias antiguas que no terminas de olvidar también dilo, pero no te quedes callado porque el silencio luego del amor es una falta de respeto a todos los seres del mundo creados con pasión en ese lecho genial al que llaman: “Entregarse”.
Después del amor camina un poco por el cuarto y mira como duerme, sonríe por sus gestos, por sus manías o las ganas de taparse cuando el calor apremia o de desvestirse cuando el frío amenaza, anda comprando pastillas antigripales porque a veces el precio del amor es una enfermedad, ya sea gripe o hasta enamorarse.
Si no sabes que hacer en el amor, no hagas nada, no digas nada, no dudes que algo te llevará por el camino, algo te irá conduciendo poco a poco por la pradera de la gloria que es el amor en sí, te pondrán estrellas de Belén para que conozcas un dios no bebé, pero para que sepas las gracias que todos los dioses del mundo tuvieron para nosotros.
Si quieres fuma un cigarro para que te puedas sentir actor de cine, es bueno sentirse lo que uno no es, para luego regresar a tu realidad.
Si después del amor, al final del camino de todos los caminos, no tienes mucho que decir, no te preocupes, los consejos están hechos para ser llevados por el viento, pero lo que uno siente está hecho para que se quede con el viento en tu corazón.
Al final si después del amor, solo quieres tomar tu ropa e irte, está bien, porque no hay amor que no sepa callar sus lamentos y tampoco hay corazón que pueda aguantar una noche sin caricias de verdad en este ir y venir que es el silencio, santo pulcro y virginal, en este silencio que todos los amantes tienen luego de llegar al amor en su punto más alto, ese silencio que vale una mirada y que muchos pagarían por tener toda su vida y también en todas sus vidas.
Después del amor hay mucho, anda, entrégate y descúbrelo.

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